Page 24 - BUENA LETRA, digital

nuevas maneras de lectura —si bien
no son las mejores por el hecho de
ser nuevas. Pero están ya, aquí y ahora, que una vez ensamblada intentar des-
los cambios en la edición.
Todo podría estar cambiando;
pero lo que se resiste y persiste a la
innovación es la corrección. Por ejem-
plo, ¿quién se atrevería a confiar su
texto original a la autocorrección que
provee una máquina? En una actividad
diferente la pregunta se repite: ¿Quién
se atrevería a confiar la traducción
de un libro al traductor en línea? En
un tono paulino me respondo a mí
mismo:“En ninguna manera”.
De cualquier modo, los autores
que deciden por la autopublicación
deben entender y estar conscientes
de todas las etapas del proceso de
edición y publicación de un libro.
Cada una de estas etapas es única,
y por lo tanto celosa. Cada fase es
simbiótica con la otra y se fortalecen
unas con otras. En la publicación de
Sí, su texto, en toda su esencia, debe pasar por la
etapa de la corrección de estilo. Debe. Lo necesita.
Roberto Cabrera colabora con varias editoriales en la edición de textos.
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un libro la unión entre una pieza y
otra debe ser tan perfecta y exacta
armarla no es tarea fácil. Saltarse una
etapa en el proceso porque aparen-
temente “no hay problema”, en algún
momento presentará dificultades
fuertes en la unión de las diferentes
partes que conforman cada etapa del
armado, lo que obligaría a regresar al
paso debido, y aun a deshacer lo que
ya se hizo, para volver a empezar.
Ningún autor quisiera ver tal
escena con su apreciado texto. Sin
embargo, muchos no quieren ser
corregidos, quieren brincarse esa
etapa en el armado de su libro y llegar
casi directo a la etapa de impresión.
Pero el éxito está, precisamente, en
el sistema de “enganche” de las par-
tes. Enganche bien su libro, no se salte
pasos del proceso de edición, deje
al corrector de estilo ser una de las
piezas que haga el empalme perfecto
en la producción completa de tu libro.
Porque un buen discurso escrito no
es solo lo que dice, sino cómo se dice.
El cómo es parte del fondo, y no sola-
mente la forma, pues una coma hace
una diferencia de sentido y una tilde
hace diferencia en la expresión.
Sí, su texto, en toda su esencia,
debe pasar por
la etapa de la
corrección de
estilo. Debe. Lo
necesita.
Sus textos
serán sus cre-
denciales como
autor. Inherente
es a la disciplina,
la promesa —o
el contrato— de
respetar el tono
del autor, la per-
sonalidad del
escritor. Esto es
característica del
buen corrector.
Pero la ortogra-
fía, la sintaxis, la
semántica, la gramática en toda su
extensión, no tiene tono, ni personali-
dad, ni fondo inspirado, es lo que debe
ser, y no se debe brincar.
Así que, no importa que tenga
usted 10 libros o vaya por el primero,
no se deje llevar por el entusiasmo de
moda de la autopublicación como si
fuera una licencia para “pecar”. Editar
un libro es un proceso, un proceso
editorial, donde la corrección de
estilo es una pieza necesaria.
Nota del Autor: Estimado editor,
tenga la libertad de someter a corrección
lel presente texto. B